miércoles, 23 de abril de 2014

Libertad

Desde chiquita me enseñaron a no llorar, no gritar, reprimir... Mas grande me llevaban a restaurantes elegantes y aunque yo era pequeña debía utilizar tenedor y cuchara para comer torta, no gritar si hablaba, no reírme fuerte... quizás eso de algo sirvió. quizás no. No voy a cuestionarlo ni cuestionarmelo
Hoy puedo jurar que soy Libre, si quiero llorar lo hago,si algo no me gusta lo digo, visto de la manera que quiero, me rodeo de quien se me da la gana (no más amistades por compromiso ni asistencia a compromisos sociales carentes de corazón), canto y vivo casi como me gusta (digo casi porque siempre existe algo que en menor o mayor medida un poco nos condiciona)
Y cuando empecé el cambio? No lo se, no me dí cuenta, no me lo propuse. Creo que mas bien fue una satisfacción de causa-efecto. Si hacía algo que me hiciera feliz, fuera o no políticamente correcto, me sentía feliz y así voy animándome a cosas cada vez mas semejantes a mi y mas distantes a la niña educada y masificada que un día
desearon crear
Ser UNO MISMO! Vaya dificultad en una sociedad que juzga permanentemente, que evalúa todo el tiempo que confunde el SER con el TENER, que mide muchas veces a las personas por su billetera o su carcaza exterior... de todas maneras les aseguro que es LIBERADOR lograrlo o  intentar lograrlo siendo feliz en el intento
Buen miércoles!

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